Definitivamente llegar a la isla de San Andrés es caer a través del agujero de conejo, no has aterrizado y ya has empezado a disfrutar del principal atractivo que tiene para ofrecerte, el mar de los siete colores. Si, se lo que pueden estar pensando algunos, obviamente todo dependerá del factor clima, pero no pueden negar que aun cuando al llegar se encuentren con densas nubes que hayan interrumpido el servicio de bebidas abordo, en esos últimos metros en aproximación cuando has dejado atrás las nubes y cuando el borde de la isla, ese mismo que hace de playa y aeropuerto, se ha acercado lo suficiente para sentir que el capitán a decidido intentar alguna nueva y chicanera maniobra, al menos allí lograras apreciar, si decides mirar más allá de lo que el afán te permite ver, la esplendorosa extensión turquesa multicolor que es su preciado mar.
|
El AutorIngeniero, deportista, fotógrafo, docente y ante todo viajero. Julián lleva viajando por periodos desde el 2005, dentro y fuera de Colombia. Ansioso por compartir sus vivencias y dispuesto a recibir lo que sea que el mundo traiga. Archives
June 2016
Categories
All
|