Son muchos las personas que fantasean con pasar un tiempo en alguno de los famosos centros de esquí europeos, en deslizarse por la nieve en alguna de las colinas del famoso Aspen, en Colorado, o simplemente recorrer un pueblo cubierto de nieve embutidos en sus abrigos térmicos para terminar en alguna tienda calurosa comiendo deliciosos chocolates y bebidas calientes. Lo cierto es que seguramente yo, para muchos, soy uno más de esos fantasiosos de la vida y para ser honestos, no se equivocarían en su pensar.
Pero ¿Y si les dijera que todo estoy lo pueden hacer sin tener que hacer molestos tramites de visas Schengen o la aún más molesta visa “americana”? ¿Que ni siquiera tendrán que comprar pasajes para “cruzar el charco” como suelen decir los colombianos a viajar a otro continente? Pues resulta que esto es cierto.
Hoy hablaremos de una pequeña joya escondida en la Argentina, la ciudad de San Carlos de Bariloche en la provincia de Rio Negro. Pero no se dejen engañar el que le diga escondida no es por su poca actividad turística, pues Bariloche es considerada por algunos como el segundo destino predilecto para la práctica de los deportes invernales.
Pero ¿Y si les dijera que todo estoy lo pueden hacer sin tener que hacer molestos tramites de visas Schengen o la aún más molesta visa “americana”? ¿Que ni siquiera tendrán que comprar pasajes para “cruzar el charco” como suelen decir los colombianos a viajar a otro continente? Pues resulta que esto es cierto.
Hoy hablaremos de una pequeña joya escondida en la Argentina, la ciudad de San Carlos de Bariloche en la provincia de Rio Negro. Pero no se dejen engañar el que le diga escondida no es por su poca actividad turística, pues Bariloche es considerada por algunos como el segundo destino predilecto para la práctica de los deportes invernales.
Son casi 22 horas de camino desde la terminal principal de buses de la ciudad de Buenos Aires, recorrido que es ofrecido por múltiples empresas, y cuyo valor oscila entre 1000 y 1200 ARS (Pesos Argentinos) y acá pongo mi primera aclaración, el servicio de buses en La Argentina es muy bueno, los trayecto largos tienen servicio de catering integrado, asientos semi-cama y cama siempre con cobija y almohada personal, película a bordo y en algunos casos música disponible para auriculares y si tienes un poco de suerte el servicio de wifi integrado al bus funcionara en algunas partes del trayecto.
Es solo con bajarte del bus que notas que todo ha cambiado, el aire frió propio de la montaña y un buen número de los siempre reconocibles backpackers son lo más parecido a una cálida bienvenida. En esta oportunidad viajé con tres de las chicas con las que comparto hotel durante mi estadía en Buenos Aires y siendo de los cuatro el que tenía mayor kilometraje acumulado debía encontrarnos un hostal, cual sería mi fortuna si al llegar al desolado puesto de información daría con el paquete de panfletos de distintos lugares. Quizá en un poco de azar me decante por uno que sonaba a eso que las chicas deberían probar por vez primera, un propio hostel (Si, ya sé que les debo ese escrito donde defina que es un hostel para mí, ya casi, ya casi).
Es solo con bajarte del bus que notas que todo ha cambiado, el aire frió propio de la montaña y un buen número de los siempre reconocibles backpackers son lo más parecido a una cálida bienvenida. En esta oportunidad viajé con tres de las chicas con las que comparto hotel durante mi estadía en Buenos Aires y siendo de los cuatro el que tenía mayor kilometraje acumulado debía encontrarnos un hostal, cual sería mi fortuna si al llegar al desolado puesto de información daría con el paquete de panfletos de distintos lugares. Quizá en un poco de azar me decante por uno que sonaba a eso que las chicas deberían probar por vez primera, un propio hostel (Si, ya sé que les debo ese escrito donde defina que es un hostel para mí, ya casi, ya casi).
Si bien en el mes y medio que llevaba en argentina había aprendido el uso de la SUBE, la tarjeta para el pago de los medios de transporte público en Buenos Aires (Metro, tren y buses), no imaginaba que las demás ciudades del país tuviesen el mismo sistema, sin embargo en Bariloche el sistema no está del todo integrado puesto que hay dos empresas de transporte y cada una usa su propia tarjeta y son incompatibles entre los dos. Pero bueno, comprar tus tickets a la salida del terminal de buses y en dirección al centro vas a dar. Por fortuna la parada del bus es justo a pocas cuadras del centro cívico (aunque hubiésemos podido bajarnos justo cruzando la calle del que sería nuestro hogar por los siguientes 3 días, el Bariloche Backpackers Hostel. Un lugar ambientado con los clásicos del rock, de propiedad de un auténtico viajero, un argentino que ha recorrido una buena parte de su país y otros tantos. Mi intención era conseguir un dormitorio (un cuarto compartido) aunque para satisfacción de las chicas pudimos tomar un cuarto para cuatro personas por 120 ARS noche /persona, las chicas ya empezaban a animarse más, eran 30 ARS menos que lo presupuestado por ellas.
Nuestra primera noche no fue muy activa, las duchas respectivas, saludos a las familias por parte de las chicas y por supuesto cena. Por recomendación de una de las amigas del dueño, con quienes converse un rato mientras las chicas se organizaban, dimos con Rock Chicken, un lugar donde los platos son abundantes y de excelente sabor, no es el sitio que buscas si quieres economía pero te aseguro que no está por mucho entre los caros de la ciudad. Y eso sí, ¿Que queda después de una cena en una ciudad como Bariloche? Si, lo han adivinado, directo a un buen pub, y les digo esto, era un irish pub propiamente dicho, en la calle trasera a nuestro hostel, calle Juramento, pueden encontrar una buena oferta de pubs, la elección de esta noche: South Bar. Unas cervezas y a dormir que el día siguiente seria nuestro día de recorrido.
Nuestra primera noche no fue muy activa, las duchas respectivas, saludos a las familias por parte de las chicas y por supuesto cena. Por recomendación de una de las amigas del dueño, con quienes converse un rato mientras las chicas se organizaban, dimos con Rock Chicken, un lugar donde los platos son abundantes y de excelente sabor, no es el sitio que buscas si quieres economía pero te aseguro que no está por mucho entre los caros de la ciudad. Y eso sí, ¿Que queda después de una cena en una ciudad como Bariloche? Si, lo han adivinado, directo a un buen pub, y les digo esto, era un irish pub propiamente dicho, en la calle trasera a nuestro hostel, calle Juramento, pueden encontrar una buena oferta de pubs, la elección de esta noche: South Bar. Unas cervezas y a dormir que el día siguiente seria nuestro día de recorrido.
Bueno ustedes sabrán, si tu viaje es corto tratá de aprovecharlo al máximo, eso implica usualmente levantarte temprano, hacer muchas cosas, acostarte tarde, dormir poco y repetir, no, no es una fórmula mágica para que tu viaje sea bueno, es solo algo que tu papa te enseño en esos viajes de fines de semana. Pues bien nuestro plan era el mismo, dijimos quien se levantaba primero se baña levanta a la siguiente y así, tengan en cuenta que había una solo baño para tres chicas, para hombre sin embargo habían dos (y yo era el único). Siete de la mañana, primera persona se levanta se organiza “despierta” a la siguiente y…se acuesta a dormir, si, así sin dar pie con bola, sin realmente despertar al otro, par de horas después, su increíblemente guapo narrador se despierta sobre saltado, bueno ya habíamos perdido casi media mañana que se le va a hacer más que reír y seguir con la vida. La noche anterior habíamos discutido sobre qué hacer ese día, donde ir y los costos de los transportes, nuestra solución para 4 personas recorriendo Bariloche en tiempo exprés, rentar un auto.
Bariloche tiene muchos atractivos y no todos ellos están en la ciudad, muchos se encuentran en su periferia, y estos son en términos generales los más asombrosos. A 19 km del centro de la ciudad se erige una de las cerros nevados más activos de toda la Argentina, y me atrevo a decir que de Suramérica, activos respecto a las actividades que se pueden realizar en él, los deportes de invierno son los grandes reyes de sus colinas, pero en verano su cara sur se transforma en un punto de preferencia para los amantes de la escalda. A sus pies se encuentra Villa Catedral, un poblado lleno tiendas de alquiler de ropa térmica, implementos deportivos y escuelas deportivas, por supuesto no faltan las cafeterías llenas de deliciosos chocolates locales y brebajes calientes y por supuesto, los distintos medios mecánicos de ascenso y descenso a la cumbre.
Algunos se preguntaran que hace un mochilero de bajo presupuesto pagando por medios mecánicos de ascenso a una montaña, la verdad, exactamente lo mismo que todos los otros demás viajeros, ahorrando tiempo de un ascenso sinuoso y que requiere de preparación, eso claro y disfrutar del paisaje mientras gozas con las caras de tus compañeras de viaje que experimentan cosas por primera vez. La telesilla está dividida en tres tramos, Princesa I, II y III, los cuales están cubiertos con un solo tiquete de ascenso y descenso que compras en Villa Catedral (160 ARS) en cada una de las estaciones (Durante el invierno al menos) podrás practicar alguno de los deportes de invierno.
Aunque sin duda el pináculo de todo esquiador o practicante de snowboard es llegar a los 2100 msnm y hacer un descenso libre por las múltiples pistas predispuestas para tal fin. Si por su parte solo desean, como mis compañeras de viaje, conocer la nieve y hacer lo que muchos soñamos la primera vez que estuvimos en la nieve, lanzarse bolas, y hacer “angelitos” aunque descubran más tarde que temprano que el sacrificio de hacerlos es la humedad y el helante frío que se apoderara de su cuerpo si no llevaban la ropa propicia, encontraran que cada una de las estaciones cuenta además con un cafetín dispuesto para que los amantes del frío pueden descansar del mismo, recuperen fuerzas, coman algo, tomen una buena taza de bebida caliente y prosigan con sus exigentes deportes.
“En la variedad está el placer” o al menos así reza el viejo dicho y en muchos aspectos creo que aplica, así que, una vez conocida la nieve y hecho el recorrido en telesilla era hora de activar un poco el cuerpo. Nos dirigimos a la “Cascada de los Duendes”, un espacio natural al que llegas tras poco más de 400 metros por un antiguo bosque en proceso de recuperación que se extiende por uno de los bordes del hermoso lago Gutiérrez, estando allí no pueden perderse tampoco la conexión hasta el Mirador del Lago Gutiérrez, una caminata de 1 km en un ascenso suave y que puedo asegurarles no es tan difícil de alcanzar como puede parecer en algunos momentos del camino, y la vista, venga, creo que lo compensa.
Otro de los grandes atractivos que tiene esta localidad son sus “Circuito Grande” y “Circuito Chico” dos recorridos por el campo circundante donde podrán apreciar hermosos paisajes, el tradicional hotel Llao-Llao, algunos de sus lagos y playas así como extensiones de bosques enmarcados por picos nevados. Nosotros por cuestiones de tiempo tomamos el Circuito Chico, un recorrido de 60 km en total desde el centro de la ciudad pero en el que resaltan la porción “circular” de poco más de 20 km. Pero en este caso, dejare que algunas fotos los ilusionen y los animen a recorrerlo. Es importante anotar que el recorrido tiene muchas formas de hacerse, puede rentarse un auto, tomar uno de los tours de la ciudad, llegar en bus hasta cierto punto y caminarlo o simplemente darte la vuelta en bicicleta.
Durante nuestra segunda noche nos dedicamos a recorrer la calle principal de la ciudad donde se ubican todas las tiendas de chocolaterías de la ciudad. Una pequeña recomendación, no compren nada aun, esperen caminen, entren a cada tienda con esa mirada típica de turista inseguro, seguro les ofrecerán probar el chocolate, y no desesperen con los pequeños trozos que les den, porque como les dije, son muchas las tiendas que hay en dicha calle, y llegara un punto en que de seguro estarán hastiados, si no es así, bueno pueden repetir algunas tiendas, o ahora sí mirar con tranquilidad que desean comprar.
Relacionado a lo anterior, en la ciudad se encuentra “El museo del Chocolate” y en este aspecto si deberé dejar a un lado toda esta buena nota que le daba a Bariloche, el museo, si no eres de México, Colombia, Guatemala o algún otro país productor de cacao será cuando mucho “interesante”, con un recorrido mínimo, y una historia bastante parcializada de la historia del Cacao y el chocolate su mayor atractivo parecen ser las esculturas de chocolate que exhiben en el lugar.
Relacionado a lo anterior, en la ciudad se encuentra “El museo del Chocolate” y en este aspecto si deberé dejar a un lado toda esta buena nota que le daba a Bariloche, el museo, si no eres de México, Colombia, Guatemala o algún otro país productor de cacao será cuando mucho “interesante”, con un recorrido mínimo, y una historia bastante parcializada de la historia del Cacao y el chocolate su mayor atractivo parecen ser las esculturas de chocolate que exhiben en el lugar.
Como las chicas se iban ese mismo día y yo un día después decidí acompañarlas en su recorrido, al fin y al cabo no se perdía nada salvo un par de pesos que vale la entrada. Tras hacer el checkout de las chicas, mi cambio de habitación y entregar el auto (solo lo rentamos por un día) debimos tomar un taxi de vuelta a la terminal pues los servicios de buses, como siempre que estas retrasado para ir a algún sitio, se demoraban en exceso en pasar, y por fortuna lo hicimos así, al llegar ya estaba el bus en la bahía de espera, subir maletas y 24 horas más por mi cuenta hasta el regreso a capital.
Siendo honestos, este último día fue un poco más vertiginoso, habían un par de cosas que me interesaba hacer y no había podido, como hacer el trekking hasta Cerro Otto, meterme en el lago, caminar las calles no comerciales e ir a algún boliche. Así que no mas dejar a las chicas desde la terminal tome un par de buses hasta llegar a la base de Cerro Otto, allí comencé la caminata que me llevaría a la cumbre, algunas páginas indican que es un recorrido de dificultad media, yo creo que ello está basado en viajero que no son realmente activos y que suelen hacer todos sus viajes pasando de un medio de transporte a otro, buses, trenes teleféricos y demás. La realidad es que este recorrido sea que lo hagas por la carretera o, como yo, te tomes algunos momentos fuera de ella son bastante fáciles, y no muy demandantes, es posible que en el camino te encuentres con algunos otros viajeros o deportistas trotando o en sus ciclas. Desgraciadamente al llegar a la cima me informaron que la cafetería giratoria estaba cerrada, de hecho debido a los fuertes vientos que azotaban ese día los medios mecánicos de transporte estaban suspendidos, así que es una buena idea preguntar en el pueblo antes de subir.
Siendo honestos, este último día fue un poco más vertiginoso, habían un par de cosas que me interesaba hacer y no había podido, como hacer el trekking hasta Cerro Otto, meterme en el lago, caminar las calles no comerciales e ir a algún boliche. Así que no mas dejar a las chicas desde la terminal tome un par de buses hasta llegar a la base de Cerro Otto, allí comencé la caminata que me llevaría a la cumbre, algunas páginas indican que es un recorrido de dificultad media, yo creo que ello está basado en viajero que no son realmente activos y que suelen hacer todos sus viajes pasando de un medio de transporte a otro, buses, trenes teleféricos y demás. La realidad es que este recorrido sea que lo hagas por la carretera o, como yo, te tomes algunos momentos fuera de ella son bastante fáciles, y no muy demandantes, es posible que en el camino te encuentres con algunos otros viajeros o deportistas trotando o en sus ciclas. Desgraciadamente al llegar a la cima me informaron que la cafetería giratoria estaba cerrada, de hecho debido a los fuertes vientos que azotaban ese día los medios mecánicos de transporte estaban suspendidos, así que es una buena idea preguntar en el pueblo antes de subir.
Si solo les interesa la sorprendente cafetería, bueno no hay problema, porque desde la terraza donde está emplazada pueden disfrutar de una muy increíble vista de Bariloche, los lagos lago Nahuel Huapi, Moreno y Gutiérrez, así como los cerros Campanario, Catedral y Tronador, y créanme la vista justifica cualquier sacrificio que hayan hecho en la subida, sino juzguen por ustedes mismos.
A partir de este momento amigos míos dejarán de ver fotos, no porque no quiera mostrarles las increíbles experiencias que viví, realmente se trata de una cuestión de practicidad, ahora debía dejar mi cámara de vuelta en el hostal y cambiar mi equipo por el de aguas frías, ya saben solo por cuestiones deportivas. Justo frente al centro cívico hay acceso al lago Nahuel Huapi, el gigantesco lago de 557 kilómetros cuadrados donde se enclava la “Isla del jaguar” como es conocida la “Isla Victoria” aunque debido al impacto humano es ya casi imposible ver alguna de estas magnificas criaturas en el sitio. Me acerqué a la oficina de la prefectura naval de Bariloche y consulte por la viabilidad de nadar en el lago, esto debido a que antes de viajar había leído algunos artículos sobre el problema de contaminación actual de lago, una vez aclarada la no nocividad de sus aguas me enfunde en mi traje y procedí a clavar en el lago.
Acá debo hacer una pequeña aclaración, del porqué del capricho que tenia de nadar en estas aguas, primero es el primer lago patagónico al que tenía acceso, y en escritos anteriores he explicado mi interés con los cuerpos de agua, adicionalmente, y acá culpo exclusivamente a mi lado fantasioso, ese que se niega a aceptar muchas de las demostraciones científicas que el resto de mi vida acata, ese que sueña con animales mitológicos y aventuras fantásticas, ese que espera dar con Nessie aunque fuese solo como noticia mundial, ese que no se molestaría si mientras daba un par de brazadas en el lago sintiese el rozo tosco del famoso Nahuelito, esa mítica criatura que según la leyenda habita el lago. Quisiera ser yo el que dijera al mundo si existe, pero mi chapuzón en el lago no trajo fauna alguna, aunque si un delicioso sentir.
Justo después del lago llego el turno al recorrido del Bariloche “No turístico” recorrer las calles donde habita el olvido, como diría sabina, y darme cuenta porque Bariloche sigue siendo el lugar que se ha ganado un lugar en mi lista de sitios que podría eventualmente llamar hogar. Del resto de la noche no hay mucho que decir, después de cenar con un par de viajeras más que se hospedaban en el hostel salimos por unas copas a un pub diferente, donde tuve el placer de conocer a dos chicas bolivianas recién egresadas de medicina que iniciarían sus estudios de postgrado en la ciudad. Ahora un grupo más grande y ya entrado la madrugada era hora de ir a un boliche y disfrutar el lado salvaje de la ciudad.
Justo después del lago llego el turno al recorrido del Bariloche “No turístico” recorrer las calles donde habita el olvido, como diría sabina, y darme cuenta porque Bariloche sigue siendo el lugar que se ha ganado un lugar en mi lista de sitios que podría eventualmente llamar hogar. Del resto de la noche no hay mucho que decir, después de cenar con un par de viajeras más que se hospedaban en el hostel salimos por unas copas a un pub diferente, donde tuve el placer de conocer a dos chicas bolivianas recién egresadas de medicina que iniciarían sus estudios de postgrado en la ciudad. Ahora un grupo más grande y ya entrado la madrugada era hora de ir a un boliche y disfrutar el lado salvaje de la ciudad.
El día siguiente, día de viaje, para ser honesto la pasé entre platos de comida y risas, desayuno belga y almuerzo criollo (O al menos así le pusimos) compartido con las dos chicas que se hospedaban en el hostel y su dueño. No podía pedir mejor cereza para coronar este viaje a tan esplendido lugar.
Todas las fotos de este viaje podrás encontrarlas en nuestra pagina de Facebook o dando click aquí.
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