Tras un corto viaje de cuatro horas a través de montañas y valles durante el que logre avanzar increíblemente en la redacción de algunos post para ustedes, Juan Domingo y yo llegábamos a una ciudad de la que no sabíamos mucho salvo por las ganas de conocerla (y para mí la promesa de visitarla si regresaba a Ecuador), dicen los locales que los vientos Lojanos son tan benéficos para la salud como los vilcabambenses, quizá con la esperanza psicosomática de alargar sus años de vida quizá con el único fin de animar a los turistas a pasar más tiempo allí, no sé qué tan cierto sea ello, pero tras mi experiencia dominguera en cuenca simplemente me sentía bien de cambiar de ciudad y Loja no me decepcionaría.
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El AutorIngeniero, deportista, fotógrafo, docente y ante todo viajero. Julián lleva viajando por periodos desde el 2005, dentro y fuera de Colombia. Ansioso por compartir sus vivencias y dispuesto a recibir lo que sea que el mundo traiga. Archives
June 2016
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