Ubicada a casi 10 horas de viaje en bus desde la capital ecuatoriana o a 5 desde Guayaquil, la ciudad de Cuenca fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1999 y no es para menos, su centro histórico es rico en construcciones de tipo republicano, amplias calles adoquinadas, una plaza de armas cargada de historia y un alto número de iglesias entre las que destaca la masiva Catedral de la Inmaculada Concepción.
Pero no todo es historia colonial en Cuenca, cuenta con restos arqueológicos de la cultura Inca como es el parque Pumapungo, a pocos minutos del centro de la ciudad, y bastos museos etnográficos así como el famoso museo del sombrero panameño.
Pero no todo es historia colonial en Cuenca, cuenta con restos arqueológicos de la cultura Inca como es el parque Pumapungo, a pocos minutos del centro de la ciudad, y bastos museos etnográficos así como el famoso museo del sombrero panameño.
Ahora, debo aclarar que como casi siempre, no tenía conocimiento de muchas de estas cosas antes de llegar a la ciudad. Pero fue justo al día siguiente de mi llegada, mientras recorría la cúpula de la catedral nueva que conocí a una experimentada viajera danesa, ambos con nuestra inconfundible pinta de viajero en puerto desconocido, con nuestras cámaras al cuello, ropa lo mas cómoda posible y sobre todo a la espera que algunos locales bajar de la única escalera que permitía tener una buena vista sobre los muros de la cúpula. Así que, ¿Que hacer mientras esperas? Conversar con la persona más propensa a ser agradable. Este fue el comienzo de un muy extraño día.
Personalmente no estoy a favor de tomar los buses turísticos que recorren las ciudades, sin embargo para infortunio nuestro, y algo que deben tener en cuenta si viajan a Cuenca algún día, los domingos casi ningún museo está en funcionamiento, si, así como lo leen, y adivinen que día era. Juntos fuimos a un punto de información turística para recibir esta terrible noticia, nuestra única opción tomar el City Bus. Y no sé qué fue más terrible pues por módicos 5 USD tienes una carrera por el centro histórico, un pequeños sprint pasando un el Pumapungo, una parada técnica con canelazo de cortesía en la entrada a una linda tienda de artesanías (trampa turística) y una parada adicional para comer algo en un mall de comidas.
Lo cierto es que al menos permite saber que sitios debes visitar mientras estés en Cuenca, y así lo hicimos. Tras terminar el tour, fuimos juntos a recorrer la rivera del rio, visitar el sitio de Pumapungo y el Parque Paraíso, un lindo sitio para el esparcimiento de las familias cuencanas, con espacios para elevar cometas, jugar futbol, hacer ejercicio y recorrer un pequeño lago en una embarcación de pedales, todo totalmente gratis, ¿Genial no?
Lo cierto es que al menos permite saber que sitios debes visitar mientras estés en Cuenca, y así lo hicimos. Tras terminar el tour, fuimos juntos a recorrer la rivera del rio, visitar el sitio de Pumapungo y el Parque Paraíso, un lindo sitio para el esparcimiento de las familias cuencanas, con espacios para elevar cometas, jugar futbol, hacer ejercicio y recorrer un pequeño lago en una embarcación de pedales, todo totalmente gratis, ¿Genial no?
Al caer la tarde acordamos con Dorthe, mi nueva compañera de viaje por el día en encontrarnos para cenar y hacer algo en la noche tras refrescarnos un poco, pero de vuelta al hostal mientras revisaba fotos pasadas mi sorpresa fue encontrarme con Juan Domingo, un español con quien tuve el gusto de compartir en Baños y con quien no pudimos concertar el viaje hasta cuenca. Ahora los tres Juntos fuimos en búsqueda de algún sitio para comer, pero ya les he dicho, un domingo en Cuenca no hay prácticamente nada abierto y menos aún en la noche y la biblia de los viajeros, Lonly Planet, parecía tener nuestra solución, “La mejor paella de Cuenca”, en un restaurante ubicado 4 cuadras a la espalda de la catedral nueva. Aunque los precios no fuesen los más bajos posibles la comida era excelente y para un viajero gastronómico como yo, es algo que simplemente vale la pena.
La cereza en el tope de este día llego gracias a Juan. Tras la cena salimos buscar un sitio para tomar un par de cervezas, nuestro español amigo se acerca a preguntar por alguna recomendación a la mesa de un restaurante con terraza y oh sorpresa, de algún extraño modo logrado dar con otra española y más aun de su propia región, casi como hermanos recién encontrados los saludos se hacen efusivos y las preguntas no paran de ir y venir. Total terminamos siendo invitados por nuestra nueva conocida a un par de cervezas (los tres) hasta que nos cierran el local. Pero vamos estábamos celebrando el inminente divorcio de nuestra nueva conocida y por ello no podíamos simplemente detenernos allí, la solución, apretujarnos 6 personas en el carro de uno de sus acompañantes, comprar un par de cervezas más y subir al mirador de la ciudad, Turi. Policías pidiendo silencio, música a alto volumen, danza y cerveza. Que más podía pedirse para terminar un día de viaje.
La cereza en el tope de este día llego gracias a Juan. Tras la cena salimos buscar un sitio para tomar un par de cervezas, nuestro español amigo se acerca a preguntar por alguna recomendación a la mesa de un restaurante con terraza y oh sorpresa, de algún extraño modo logrado dar con otra española y más aun de su propia región, casi como hermanos recién encontrados los saludos se hacen efusivos y las preguntas no paran de ir y venir. Total terminamos siendo invitados por nuestra nueva conocida a un par de cervezas (los tres) hasta que nos cierran el local. Pero vamos estábamos celebrando el inminente divorcio de nuestra nueva conocida y por ello no podíamos simplemente detenernos allí, la solución, apretujarnos 6 personas en el carro de uno de sus acompañantes, comprar un par de cervezas más y subir al mirador de la ciudad, Turi. Policías pidiendo silencio, música a alto volumen, danza y cerveza. Que más podía pedirse para terminar un día de viaje.
Nos despedimos de Dorthe esa misma noche pues se dirigía a Galapagos, como muchos de los viajeros que pasan por Ecuador, mientras Juan y yo nos preparamos para el viaje del día siguiente, él a recorrer algunos museos mientras yo viajaría hasta el Parque Nacional el Cajas, el día después seguiríamos juntos hacia Loja, pero ello es para otra publicación.